En ocasiones, el dolor es difícil de explicar y solo podemos decir que nos “duele todo” sin mucha más explicación. Ahora bien, puede que así sea y padezcamos dolor de huesos generalizado. En Medicina del Dolor, como expertos en el tratamiento de dolor crónico, explicamos qué hacer si tiene dolor de huesos generalizado.
¿Cuál puede ser su origen?
Lo principal es acudir a un especialista. Será él quien le diagnostique. Se identifica como un dolor profundo, penetrante y sordo. En algunos casos, es pasajero y puede aparecer solo con ciertos movimientos.
El dolor de huesos generalizado suele tener su origen en infecciones óseas o enfermedades reumáticas. Conocer la causa será fundamental para su tratamiento. En el caso de las infecciones, la medicación con antibióticos será el tratamiento fundamental. Mientras que en las enfermedades reumáticas que afectan a las articulaciones el dolor se convierte en crónico.
Este tipo de dolor puede ir acompañado de sensación de pesadez, rigidez, inflamación o pinchazos. Así merma las actividades diarias del paciente afectando a su calidad de vida. Incluso, en algunos casos, trae problemas para conciliar el sueño. Ponerle solución pasa por un diagnóstico correcto y llevar a cabo el tratamiento del dolor que mejor se ajuste a su caso. Además existen una serie de medidas generales que pueden mejorar el dolor crónico.
Recomendaciones para un paciente con dolor generalizado de huesos
Mejore su dieta
Si se sufre dolor de huesos, se debe aumentar el consumo de calcio y vitaminas A, C y D. Puede ser a través de suplementos o gracias a la dieta. Para ello hay alimentos fundamentales. Es el caso de los cítricos, la zanahoria, el apio o los frutos secos como las almendras o las nueces. También son recomendables los pescados y los lácteos. Así es importante incrementar el consumo de vegetales frescos o al vapor y evitar el consumo de azúcar y harinas refinadas. Estos últimos desmineralizan el cuerpo y le roban el calcio a los huesos. Por ejemplo, la artrosis puede deberse a una deficiencia de nutrientes.
Vigile su peso
La obesidad o el sobrepeso es un gran enemigo del dolor de huesos. Los kilos de más incrementan la presión sobre articulaciones como las rodillas y aumenta el riesgo de padecer lesiones. Por ejemplo, una patología relacionada en muchos casos con el exceso de peso es la bursitis. Se trata de una lesión por inflamación producida en la zona de las articulaciones que causa grandes dolores.
Controle el estreñimiento
Los esfuerzos producidos por el estreñimiento también puede incrementar este tipo de dolor. Si es propenso a padecer este problema, adopte hábitos alimenticios para combatirlo. Se recomienda consumir alimentos ricos en fibra, beber al menos dos litros de agua o huir de la comida procesada.
Evite los movimientos más dolorosos
Aunque el dolor generalizado de huesos afecta a todo el cuerpo, hay posturas y movimientos que pueden perjudicar más. Conozca su cuerpo, qué le perjudica más y evite realizarlo. Esto no significa que no se pueda realizar ninguna actividad física. Es más, existen ejercicios que ayudan a fortalecer la musculatura y prevenir que enfermedades como la artrosis se agraven.
Duerma al menos 8 horas al día
El descanso es fundamental. Los pacientes con dolor generalizado de huesos deben prestar especial atención a su rutina de descanso. Establecer descansos a lo largo del día, dormir al menos 8 horas diarias y asegurar un sueño de calidad. Por ejemplo, las técnicas de relajación como el yoga o la meditación ayudan a que el descanso sea más profundo.
Visite a un especialista
El estudio de un médico especializado será fundamental para dar respuesta a cada caso. En Medicina del Dolor contamos con un equipo de profesionales multidisciplinar destinado a mejorar la calidad de vida de los pacientes con dolor de huesos generalizado. Nuestros médicos valoran cada caso y recomiendan al paciente el tratamiento que mejor se adapte a cada tipo de dolor.
“Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes mediante una atención completa e integral de su dolor”
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