Publicado el 20/07/2019 No hay comentarios Dolor Crónico, Tratamientos
El dolor facial también puede convertirse en crónico. La neuralgia del trigémino produce dolor intenso, ardor repentino o punzadas en un lado de la cara. ¿La razón? Afecta al nervio trigémino que transmite las sensaciones del rostro al cerebro. Desde el blog de Medicina del Dolor respondemos a las dudas más frecuentes de los pacientes sobre la neuralgia del trigémino. Una patología que también se conoce como tic doloroso o enfermedad de Fothergill.
Lo más común es que se produzca porque un vaso sanguíneo comprime al nervio trigémino, ubicado en la base del cerebro. Esta presión provoca un mal funcionamiento que desemboca en un dolor intenso facial.
Sus causas pueden ser múltiples. Lo más común es que se produzca porque un vaso sanguíneo comprime al nervio trigémino, ubicado en la base del cerebro. Esta presión provoca un mal funcionamiento que desemboca en un dolor intenso facial.
Puede ocurrir por envejecimiento o estar relacionado con la esclerosis múltiple o trastornos similares. También se desencadena a causa de tumores o lesiones y un accidente cerebrovascular o un traumatismo facial pueden ser responsables de su aparición. Pero en ocasiones no hay ninguna causa de enfermedad y su origen es idiopático, es decir expontaneo y sin una causa aparente que lo desencadene.
Según datos de la Sociedad Española de Medicina Interna, la neuralgia del trigémino afecta generalmente a mujeres entre los 50 y 60 años. Además, su incidencia es baja: de cuatro o cinco casos por cada 100.000 habitantes y año.
Un intenso y punzante dolor en la cara, que puede afectar a cualquier parte, es su principal síntoma. Ahora bien, ese malestar tiene sus particularidades:
Los primeros tratamientos suele ser con fármacos. A ellos responden con éxito entre el 50 y el 70% de los pacientes. Para aquellos que no encuentran alivio es necesario valorar otros tratamientos.
La radiofrecuencia es una de las alternativas más utilizadas por sus excelentes resultados: mejora el 95%. Esta técnica permite aliviar el dolor sin pasar por el quirófano. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que implica la lesión del ganglio de Gasser, la raíz plana del nervio trigémino. Así se consigue neutralizar la transmisión del dolor.
¿Cómo se realiza? Con anestesia local y bajo sedación, se accede con una aguja al nervio y se calientan con una corriente eléctrica las fibras nerviosas. Para ello se pueden utilizar dos tipos de radiofrecuencia, convencional y pulsada, dependiendo del tipo de tejido o nervio a tratar.
Para tratar la neuralgia del trigémino también se puede recurrir a la cirugía. En estos casos se aliviará la presión sobre el nervio y el paciente necesitará varios días de recuperación.
Sin embargo, para saber cuál es el tratamiento idóneo para cada paciente, es necesario un diagnóstico y análisis previo de su estado. En Medicina del Dolor, como expertos en el tratamiento del dolor, estamos a su disposición para darle una respuesta ante su caso de neuralgia del trigémino.