Cuando hablamos de la cirugía del raquis nos referimos a aquella que afecta a la columna vertebral. Puede ir desde el tratamiento de una hernia discal hasta una infección o un tumor en esta zona. Como expertos en el tratamiento del dolor, en Medicina del Dolor explicamos qué es el síndrome de raquis posquirúrgico y cómo puede tratarse.
El síndrome de raquis posquirúrgico provoca un dolor persistente e invalidante después de una cirugía de raquis (columna vertebral). Se calcula que al año surgen 7.600 nuevos casos y afecta en especial a la población joven.
¿Por qué ocurre? Diferentes causas del síndrome de raquis postquirúrgico
Sus causas pueden ser múltiples, aunque siempre ocurre tras una intervención quirúrgica. Puede deberse a un diagnóstico erróneo o a una complicación tras la operación. Incluso este síndrome existe por una ausencia de mejoría o agravado por la cirugía.
Algunos estudios apuntan que el síndrome de dolor de raquis posquirúrgico presenta una incidencia de hasta un 40% tras una cirugía lumbosacra. Son frecuentes tras una discectomía (intervención quirúrgico para extirpar la parte dañada de una hernia de disco). También como resultado de fusiones vertebrales (intervenciones por rotura o deformidades de la columna). Otro caso puede darse cuando, tras una operación la cicatrización es excesiva y se forma más tejido fibroso del necesario. Esto se conoce como fibrosis.
En cuanto al origen del dolor es diverso. En ocasiones surge por lesiones en el sistema nervioso y en otras no. Además este tipo de dolor ocurre ante estímulos no dolorosos, como el tacto o presión ligera. Algo que, sin duda, afecta a la calidad de vida del paciente.
¿Cómo se puede tratar el síndrome de raquis posquirúrgico?
Diversos estudios han demostrado que la neuroestimulación aporta buenos resultados en el dolor de estos pacientes. En Medicina del Dolor realizamos implantes de sistema de estimulación medular y nervio periférico para tratar este dolor. Este dispositivo interrumpe o modula la conducción nerviosa del dolor hacia el cerebro. De este modo, el paciente minimizará o dejará de sentir la percepción del dolor.
Este tipo de tratamientos está indicado para pacientes con dolor crónico y grave, como el síndrome de raquis posquirúrgico. También es recomendable para quienes sufren distrofia simpática refleja. Incluso trata el síndrome de dolor regional complejo o dolor en pierna y espalda, tras operaciones.
La colocación de este tipo de implantes se realiza en dos etapas. En primer lugar, se hace una prueba con un dispositivo externo para ver la reacción del paciente. Si este alivia su dolor, se pasa a implantar el dispositivo de forma permanente bajo la piel. Así, el paciente conocerá de antemano el resultado del tratamiento antes de su implantación definitiva.
Ahora bien, se ha de tener en cuenta que cada dolor de columna después de una cirugía debe ser evaluado por profesionales expertos en dolor crónico. En las clínicas de Medicina del Dolor de Valencia somos especialistas en el tratamiento del dolor crónico. Contamos con los mejores tratamientos para dar solución al síndrome de raquis posquirúrgico y el dolor crónico de espalda.
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