deshidratación discal

Deshidratación discal: cómo tratarla y prevenirla

La deshidratación discal es una condición de la columna vertebral que afecta la integridad y funcionalidad de los discos intervertebrales. A medida que envejecemos o debido a diversos factores, los discos, que actúan como amortiguadores entre las vértebras, pueden perder su contenido de agua. Esto puede provocar dolor y otros problemas.

Desde Medicina del Dolor, expertos en dolor de espalda en Valencia, explicaremos qué es, sus causas y factores de riesgo, síntomas y efectos, así como los tratamientos más efectivos disponibles hoy en día.

¿Qué es la deshidratación discal?

Se trata de la pérdida de agua en los discos intervertebrales de la columna vertebral. Estos discos están formados por un núcleo gelatinoso rodeado por un anillo fibroso. El núcleo gelatinoso, compuesto en gran parte por agua, proporciona amortiguación y flexibilidad a la columna. Con el tiempo, el contenido de agua del disco disminuye, lo que puede afectar su función y provocar dolor y otros problemas.

Causas y factores de riesgo de la deshidratación discal

Puede ser causada por varios factores, entre ellos:

  • Envejecimiento: A medida que envejecemos, el contenido de agua en los discos disminuye naturalmente. Este proceso es una parte normal del envejecimiento y puede llevar a ella.
  • Lesiones y traumatismos: Las lesiones en la columna vertebral o los traumatismos pueden acelerar la pérdida de agua en los discos. Un accidente o una lesión en la espalda pueden dañar la estructura del disco.
  • Sobrepeso y obesidad: El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre los discos intervertebrales, lo que puede contribuir a ella.
  • Posturas incorrectas: Mantener posturas incorrectas durante períodos prolongados, como estar sentado por mucho tiempo, puede afectar la salud de los discos y acelerar su deshidratación.
  • Genética: Algunos individuos pueden tener una predisposición genética a problemas de disco.

Síntomas y efectos de la deshidratación discal

Puede manifestarse a través de diversos síntomas, entre los que se incluyen:

  • Dolor de espalda: Uno de los síntomas más comunes es el dolor lumbar, que puede variar desde una molestia leve hasta un dolor intenso.
  • Rigidez: La pérdida de agua en los discos puede causar rigidez en la columna vertebral, dificultando los movimientos y causando incomodidad.
  • Dolor radicular: Si provoca una hernia de disco, el dolor puede irradiar hacia las piernas o los brazos, dependiendo de la ubicación del disco afectado.
  • Disminución de la movilidad: La falta de amortiguación adecuada puede reducir la flexibilidad de la columna y limitar el rango de movimiento.

Tratamientos para la deshidratación discal

Afortunadamente, existen varios tratamientos disponibles para gestionarla y tratarla:

  • Infiltraciones: Las infiltraciones de corticoides y otras soluciones pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación en la zona afectada.
  • Radiofrecuencia y rizólisis pulsada: Estos procedimientos utilizan energía térmica para desactivar los nervios que transmiten el dolor, proporcionando alivio duradero.
  • Neuroestimulación: La neuroestimulación utiliza impulsos eléctricos para modificar la percepción del dolor, ayudando a mejorar la calidad de vida del paciente.
  • Ozonoterapia: Este tratamiento implica la inyección de ozono en el disco afectado para reducir la inflamación y promover la regeneración de los tejidos.
  • Medicina regenerativa: Incluye terapias como el PRP (plasma rico en plaquetas) para regenerar los tejidos dañados.

Prevención de la deshidratación discal

Prevenirla implica adoptar hábitos saludables y realizar cambios en el estilo de vida:

  • Mantener un peso saludable: Controlar el peso para reducir la presión sobre los discos intervertebrales.
  • Ejercicio regular: Realizar ejercicios que fortalezcan los músculos de la espalda y mejoren la flexibilidad de la columna vertebral.
  • Posturas adecuadas: Mantener una buena postura, especialmente durante el trabajo o al estar sentado durante largos períodos.
  • Evitar cargar pesos excesivos: Levantar objetos pesados correctamente para evitar lesiones en la columna vertebral.

En conclusión, la deshidratación discal es una condición que puede causar dolor y afectar la calidad de vida, pero con un diagnóstico adecuado y el tratamiento correcto, es posible manejar y mejorar la situación. Adoptar medidas preventivas puede ayudar a mantener la salud de la columna vertebral a lo largo del tiempo.

El equipo de Medicina del Dolor en Valencia está formado por médicos, fisioterapeutas, preparadores físicos, psicólogos y nutricionistas, para centrarnos en el dolor de espalda de forma concreta desde cada una de las distintas disciplinas y ofrecer tratamientos eficaces. Además, contamos con la última formación y tecnología, y ofrecemos innovadoras opciones de tratamiento, como el PRP.

Si precisas más información, o deseas consultarnos tu caso, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

Dra. Carmen De Andrés
Últimas entradas de Dra. Carmen De Andrés (ver todo)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *