La hernia discal es una afección que ocurre cuando uno de los discos intervertebrales se desplaza de su posición normal y presiona los nervios cercanos. Este problema puede causar dolor intenso, debilidad y entumecimiento en las extremidades. Aunque la cirugía de hernia discal es un tratamiento común, muchas personas se preguntan: ¿Es peligroso operarse de una hernia discal? Desde Medicina del Dolor, expertos en hernia discal en Valencia, hablaremos sobre esta intervención y cuáles son las alternativas disponibles.
Beneficios de operarse una hernia discal
La cirugía de hernia discal puede ser muy beneficiosa, especialmente para aquellos pacientes que no han encontrado alivio con tratamientos no quirúrgicos. La mayoría de las personas que se someten a esta operación experimentan una reducción significativa del dolor y una mejora en la movilidad y la calidad de vida. La tecnología y las técnicas quirúrgicas han avanzado mucho, reduciendo significativamente los riesgos y mejorando los resultados para los pacientes.
El dolor causado por una hernia discal puede ser debilitante y afectar significativamente la vida diaria de una persona. La cirugía puede ofrecer un alivio rápido y duradero del dolor, permitiendo a los pacientes volver a sus actividades normales mucho más rápido que con tratamientos conservadores.
En algunos casos, una hernia discal puede causar daño permanente a los nervios si no se trata adecuadamente. La presión prolongada sobre los nervios puede llevar a una pérdida de función en las extremidades afectadas. La cirugía puede eliminar esta presión, previniendo daños permanentes y restaurando la función normal de los nervios.
El dolor crónico y la limitación de la movilidad pueden tener un impacto negativo en la calidad de vida de una persona. La cirugía de hernia discal puede mejorar significativamente la capacidad de una persona para realizar actividades diarias, trabajar y participar en actividades recreativas, mejorando así su bienestar general.
¿Es peligroso operarse de una hernia discal?
Como cualquier procedimiento quirúrgico, la operación de hernia discal conlleva ciertos riesgos. Entre los más comunes se encuentran la infección, el sangrado excesivo, la reacción a la anestesia y la posibilidad de daño a los nervios. Además, existe el riesgo de que la cirugía no alivie completamente los síntomas o que estos regresen con el tiempo. En casos raros, pueden surgir complicaciones como coágulos de sangre o daño permanente a la médula espinal.
Opciones no quirúrgicas para tratar una hernia discal
Algunas alternativas a la intervención quirúrgica son:
Fisioterapia
La fisioterapia es una opción usual y efectiva para tratar una hernia discal sin cirugía. Los ejercicios específicos y las técnicas de estiramiento pueden ayudar a fortalecer los músculos de la espalda, reducir la presión sobre los nervios y mejorar la flexibilidad. Un fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios personalizado para abordar los síntomas específicos de cada paciente.
Fármacos
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor. En algunos casos, se pueden prescribir medicamentos más fuertes, como corticoides, para controlar el dolor severo.
Infiltraciones de corticoides
Las infiltraciones de corticoides u otras sustancias medicinales en el área afectada pueden proporcionar un alivio temporal del dolor al reducir la inflamación alrededor de los nervios comprimidos.
Bloqueos nerviosos
Los bloqueos nerviosos pueden interrumpir la señal de dolor enviada desde la columna vertebral al cerebro, proporcionando alivio a largo plazo.
Descompresión discal con láser
Esta opción consiste en la aplicación de un láser dentro de la hernia discal para que esta se reabsorba, deje de presionar el nervio ciático y disminuya así el dolor.
Cambios en el estilo de vida
Adoptar cambios en el estilo de vida, como mantener un peso saludable, practicar una buena postura y evitar actividades que ejerzan una presión excesiva sobre la espalda, puede ayudar a gestionar los síntomas de una hernia discal. El ejercicio regular y una dieta equilibrada también pueden contribuir a la salud general de la columna vertebral.
En conclusión, operarse de una hernia discal no está exento de riesgos. Es importante evaluar cuidadosamente los beneficios y los riesgos de la cirugía en consulta con un profesional de la salud. Para aquellos que prefieren evitar la cirugía, existen varias opciones no quirúrgicas que pueden ayudar a manejar los síntomas y mejorar la función. La decisión final debe basarse en una evaluación exhaustiva de la situación individual y las recomendaciones médicas.
El equipo de Medicina del Dolor en Valencia está formado por médicos, fisioterapeutas, preparadores físicos, psicólogos y nutricionistas, para centrarnos en la hernia discal de forma concreta desde cada una de las distintas disciplinas y ofrecer tratamientos eficaces. Además, contamos con la última formación y tecnología, y ofrecemos innovadoras opciones de tratamiento, como las infiltraciones o las técnicas de medicina regenerativa.
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