Tratamiento psicológico del dolor crónico

Tratamiento psicológico del dolor crónico

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Depresión y ansiedad por dolor

La depresión y la ansiedad son sin duda las dos emociones más usuales entre los pacientes con dolor crónico.

El dolor crónico es algo muchísimo más complejo que simplemente sentir dolor.

La discapacidad será mayor o menor en función de cómo se evalúe y afronte el estímulo doloroso.

Esta concepción biopsicosocial del dolor permite hablar de nuevas alternativas terapéuticas que incluyan aspectos psicológicos y sociales, directamente relacionados con la vivencia del dolor. Si se consigue disminuir el grado de sufrimiento con estas opciones terapéuticas, aunque la intensidad del dolor siga siendo la misma, el impacto sobre la vida de la persona será menor y aumentará la calidad de vida.

tratamiento psicológico del dolor crónico

Algunas personas entran en esta espiral y tienen dificultades para encontrar una puerta de salida. Es en este momento que el psicólogo puede ayudarles a romper este círculo enseñándoles nuevas habilidades para manejar mejor el dolor y encontrar la forma de afrontar sus consecuencias.

Constatamos que una gran variedad de reflexiones enriquecedoras se han desarrollado a lo largo de estos últimos veinte años para intentar descodificar y responder al verdadero enigma que representa aún a priori una queja dolorosa crónica, más o menos médicamente inexplicada, más o menos resistente a los tratamientos.

Varios tratamientos psicológicos van a ser propuestos en nuestra unidad. Representan aberturas hacia una medicina que se preocupa y es respetuosa del individuo.

Los enfoques corporales forman igualmente parte del arsenal terapéutico: fisioterapia, masajes, aplicaciones de calor, mantenimiento y desarrollo de actividades físicas, relajación…

A continuación enumeraremos distintos tratamientos psicológicos que suelen emplearse en pacientes con dolor crónico. Estos tratamientos se emplean en algunas ocasiones como técnicas aisladas y en otras formando parte de un tratamiento interdisciplinar.

La Terapia Cognitivo-Comportamental (TCC)

La TCC se concentra en la manera en que vuestra experiencia del dolor físico, vuestras reacciones emocionales, vuestros pensamientos y vuestros comportamientos están relacionados entre sí. El objetivo es ayudarles a aprender nuevas habilidades, con el fin de cambiar sus pensamientos y sus comportamientos y mejorar su estado de ánimo. Para ello se trabajarán los siguientes puntos:

  • Modificación de creencias negativas
  • Modificación de los comportamientos considerados como inadaptados
  • Modificación de las emociones negativas
  • Descubrimiento o/y refuerzo de los recursos personales
  • Mejora del funcionamiento en el día a día

La Terapia de Aceptación y Compromiso

 La Terapia de Aceptación y Compromiso puede ayudarles a identificar sus valores y sus creencias fundamentales, de manera que puedan aprender a elegir la manera de vivir sus vidas ayudándose de estos valores más que del dolor.

El objetivo de esta terapia es eliminar la rigidez psicológica para lo que emplea algunos procedimientos básicos como la aceptación, estar en el presente, el desarrollo y el compromiso con los valores propios, el descubrimiento del yo como contexto y la desactivación del pensamiento. La aplicación de estos procedimientos se realiza siguiendo una agenda terapéutica, que no es un procedimiento rígido, sino más bien una guía que se ha de adaptar a cada paciente y a cada problema.

Mindfulness

El mindfulness puede entenderse como atención y conciencia plena, como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento actual. Pretende que la persona se centre en el momento presente de un modo activo, procurando no interferir ni valorar lo que se siente o se percibe en cada momento. Como procedimiento terapéutico busca, ante todo, que los aspectos emocionales y cualesquiera otros procesos de carácter no verbal, sean aceptados y vividos en su propia condición, sin ser evitados o intentar controlarlos.

La Terapia Familiar Sistémica

 El dolor tiene repercusiones sobre toda la familia, la pareja, el contexto profesional…. A causa de esto, la Terapia Familiar Sistémica constituye un tratamiento importante del dolor crónico junto a la terapia individual.

El objetivo principal de la terapia familiar y práctica sistémica es apoyar y potenciar los recursos y capacidades que el paciente y el sistema en el que vive poseen, con el fin de facilitar la salida de la situación de sufrimiento por la que atraviesa.

Los principales objetivos de la terapia familiar y práctica sistémica son los siguientes:

  • La mejora del funcionamiento del sistema en el que el paciente vive;
  • El aumento de la comprensión mutua y el apoyo emocional entre los miembros del mismo;
  • El desarrollo de estrategias de afrontamiento y habilidades de resolución de problemas ante diferentes problemas y situaciones de la vida.

Algunas técnicas empleadas en los tratamientos:

  • Conceptualización. Antes de utilizar las distintas técnicas, se presenta una explicación teórica sencilla de cómo los factores psicológicos actúan sobre el dolor y, por lo tanto, de la necesidad de utilizar técnicas psicológicas.
  • Uso de técnicas sistémicas: las esculturas del presente y del futuro, metáforas, genograma real e imaginario, cuento sistémico, oca sistémica, escudo familiar…
  • Técnicas de relajación. Útiles para romper el círculo dolor – tensión – dolor.
  • Reestructuración cognitiva. Cambiar la forma en que los pacientes evalúan el dolor. Más concretamente se trataría de modificar los pensamientos catastrofistas y de fomentar la creencia del dolor como algo controlable
  • Entrenamiento en asertividad. El dolor suele acrecentar los problemas de relación con los demás (familiares, profesionales de la salud, etc.) y, por lo tanto, es conveniente enseñar técnicas para intentar mejorar dichas relaciones.
  • Condicionamiento instrumental para disminuir conductas de evitación. El miedo al dolor provoca que disminuya la actividad en muchos pacientes. Con el fin de reducir las conductas de evitación se emplean en muchos casos técnicas basadas en el condicionamiento instrumental, concretamente se pide a los sujetos que realicen progresivamente distintas actividades, reforzando cada uno de los pasos logrados.
  • Higiene del sueño. En muchos casos, el dolor trae consigo problemas para conciliar o mantener el sueño, por este motivo es importante tratar este punto dando unas pautas que guíen a los pacientes.
  • Sexualidad. Las relaciones sexuales se ven afectadas por el dolor. Es necesario tratar este punto desde diferentes perspectivas: los fisioterapeutas pueden indicar posturas más convenientes, los anestesistas indicar algunos efectos secundarios de los fármacos que pueden tener repercusión a nivel sexual. Y en el plano más psicológico es importante tratar este punto con más profundidad: el significado del sexo para el paciente, su evolución, etc.
  • Aumento de actividades distractoras. Uno de los objetivos consiste en aumentar el tiempo que los pacientes dedican a realizar actividades agradables. En muchos casos, debido a la depresión a la que va asociada el dolor, las actividades agradables se ven claramente reducidas.
  • Organización del tiempo. El dolor significa para muchos pacientes no poder llevar el mismo ritmo que antes de sufrirlo, por este motivo en muchas ocasiones se ven desbordados y necesitan una guía para organizar mejor su tiempo.
  • Instrucciones autodirigidas. Incluyen el uso de la distracción, imaginería, el hablarse a sí mismo de manera automotivante, etc.
  • Desarrollo de estrategias de afrontamiento. Por ejemplo incremento de la asertividad y minimización de los pensamientos negativos sobre uno mismo.

Objetivos de los tratamientos psicológicos:

  • Mejora de la comprensión del paciente de la complejidad del dolor crónico
  • Definición de objetivos compartidos por todos, paciente y terapeutas
  • Disminución del dolor
  • Readaptación funcional
  • Reinserción familiar, social y profesional
  • Mejora de las capacidades personales de gestión del dolor
  • Mejora de la autonomía del paciente