Llegan las vacaciones y con ellas las ganas de viajar. Sin embargo, para los pacientes con dolor crónico, los viajes pueden convertirse en un auténtico suplicio. Como solución, desde Medicina del Dolor ofrecemos una guía para viajar con dolor y convertir cada experiencia en un buen momento para recordar.
Planifique con tiempo
Existen múltiples factores que influyen en un paciente con dolor. Por eso, es importante revisar con detenimiento las opciones de viajes y decidir con qué experiencias se va disfrutar más. Por ejemplo, si sufre artritis, puede que no esté preparado para empezar el día con gran actividad. De igual modo, tenga en cuenta el menú. Algunos alimentos empeorarán sus síntomas, mientras que otros le serán de gran ayuda.
Consulte con un especialista
Antes de viajar es importante visitar a su médico. No solo conocerá su estado de salud, sino que también puede recibir tratamientos previos para sentirse mejor como la ozonoterapia. Además, le podrá solicitar los medicamentos necesarios para sus vacaciones, así como los informes precisos si necesita asistencia durante el viaje.
Atienda a las reglas del transporte de medicamentos
Si viaja en avión con medicamentos será recomendable llevarlos en sus envases originales en el equipaje de mano. Las compañías aéreas que operan desde la Unión Europea permiten viajar con medicamentos sólidos acompañados de la receta o la prescripción médica.
Si precisa de líquidos o de utensilios médicos, la aerolínea le indicará el procedimiento a seguir. También tenga en cuenta que si viaja a algunos países como India, Pakistán o Turquía, éstos cuentan con listas de fármacos no permitidos que deberá consultar en sus embajadas o consulados.
Conozca sus limitaciones
Viajar con dolor exige disminuir el peso del equipaje al máximo. Cuando coja algún objeto del suelo, siempre flexione las rodillas y nunca doble la espalda. Para elevarlo utilice los músculos de sus piernas en lugar de los de su espalda. En caso de que lleve algún bolso en el hombro, cámbielo con frecuencia de lado.
Tenga una mentalidad positiva
Viajar con dolor crónico no es sinónimo de quedarse todo el día en el hotel. Aunque, en ocasiones, esta enfermedad puede minar el estado de ánimo del paciente, es importante mantenerse con una actitud positiva. Esto no solo le mejorará, sino que también alegrará a sus familiares y/o amigos.
No renuncie a las horas de sueño
Descansar es imprescindible para cualquier viajero y más aún si padece dolor crónico. Como mínimo duerma cómodo durante 8 horas. Si cree que puede tener algún problema con el lugar de descanso, viaje con una almohada pequeña o lleve en la maleta una colchoneta inflable para suavizar el colchón.
Sea exigente en sus necesidades
Pedir ayuda puede servirle para mantener su salud. Así que si precisa ducha en vez de bañera o una habitación cerca del ascensor en el hotel es importante que lo indique en la reserva o lo diga nada más llegar. También podrá solicitar servicios de asistencia para personas con movilidad reducida en los aeropuertos o incluso solicitar que alguien de su alrededor le eche una mano para subir o bajar escaleras.
Practique algunos ejercicios
Durante los viajes largos no se quede siempre en la misma postura. Si viaja en coche es recomendable detenerse cada dos horas durante unos 10 minutos para estirarse. Si lo hace en avión, tren o autobús, podrá dar pequeños paseos por el pasillo. Incluso en el mismo asiento puede realizar ligeros estiramientos como mover el cuello, estirar los brazos o rotar los tobillos y las muñecas.
Preste atención a sus pies
Durante las vacaciones solemos pasar gran parte del día caminando, por lo que los pies suelen sufrir. Para cuidarlos, utilice un buen calzado y, al final del día, remójelos en agua templada y masajéelos durante 5 minutos.
Ante todo, si viaja con dolor intente mantener las rutinas que benefician su enfermedad y evitar aquellas que la perjudican. El equipo de especialistas de Medicina del Dolor le asesorará para que aunque tenga que viajar con dolor, pueda disfrutar al máximo de sus vacaciones.
“Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes mediante una atención completa e integral de su dolor”
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